Es hermosamente desgarradora la forma en como se dan las cosas, como las personas llegan y se van de tu vida; como te marcan sin pensarlo, sin darse cuenta, es asombroso como la gente que más te marca suele durar muy poco tiempo a tu lado, y es que la vida es así, no podrían darte algo que te corte tan profundo por mucho tiempo, te mataría.
Llegue a tu vida solo para que tiempo después tu abandonaras la mía. Compartimos aire, cama, risas, llantos y espacio, compartí a mis perros contigo a pesar de que a ti te hacían daño, crecí contigo y aún no me hago a la idea de que ya no estas, las idas al café con tus amigas, los cumpleaños de los doctores, de los políticos, las noches en tu casa cuando íbamos al itacate y me regañabas porque pedía muchas tortas (JAJAJAJAJA) pero aún así me las comprabas, el parque (bendito parque), me llevabas a recoger cochinillas en un tubito y así durábamos horas, tu y yo, siempre.
Me alejé de ti, y aún así estábamos TAN cerca, no te veía y aún así tu sabías que me pasaba y como remediarlo, fui muy tonta, pero tu lo dijiste JUSTO una vez más y eliminaste todas mis culpas de una manera eterna, tu dijiste "Hija, yo te entiendo y no tienes que pedirme perdón, pero si es necesario que lo diga te perdono, créeme cuando te digo que tu no debes pedirme perdón por nada que no hubiera hecho yo".
Gracias, de verdad GRACIAS, por todo y perdón (aunque me digas/dijiste que no era necesario) por cualquier cosa que te lastimara de mi, estaba chica y era egoísta, pero supongo que todos los adolescentes de 15 a 17 años lo somos (lo fuimos), hasta tu, y ahí nuevamente es donde veo tu grandeza, SIEMPRE LO SUPISTE, siempre supiste que fuiste niña, que fuiste adolescente, que fuiste JÓVEN y ahí radicaba una de tus grandezas, esa capacidad de adaptarte, de no satanizar nada, de no admirarte y de comprender. NUNCA recibí una ofensa de tu parte por más pendeja que fuera mi actitud y eso SIEMPRE, SIEMPRE, te lo voy a agradecer, gracias por ser GRANDE de las de verdad, de las innegables, gracias por esos jalones de orejas y esos apapachos, GRACIAS y MIL GRACIAS más por todo, por enseñarme algo que creo que lograste dejar en el corazón de todos los que se acercaron a ti: RESPETO y AMOR, eso SIEMPRE será tu mayor regalo para el mundo.
Tu nieta que te quiere y te extraña.
PD: y el diablito seguía bailando….
No hay comentarios.:
Publicar un comentario